Hacía tiempo que no veía junta tanta Beautiful people,en general gente de cierta edad, pero muy bien vestida y mejor conservada. Se lo estaban pasando en grande con una elegancia que me desbordaba. De la exposición me interesan especialmente sus primeras fotos urbanas. Pero hubiera dado un ojo de la cara por fotografiar a Teresa Gimpera en 1963.
Lo mejor de la exposición fue el encuentro con el escritor Eduardo Mendoza. Le aborde sin conocerlo de nada y tras presentarme le dije que su novela La ciudad de los prodigios me ayudó a comprender la barcelona de la época tanto o más que varios ensayos de historia y de historia de la fotografía. Me contestó con un "muchas gracias" y yo me sentí el historiador de la fotografía y el lector de novelas más feliz del mundo.