lunes, 15 de febrero de 2010

La realidad y el deseo

Confundía constantemente la realidad con el deseo. La noche se mezclaba con el día. El futuro con el presente. El amor con el odio. El pensamiento con los actos y la verdad con la vergüenza. Todo lo imaginaba. Vivía en un mundo irreal.

Trataba de pensar en otra cosa. Imaginaba que estaba en otro sitio. Aquello no iba con él. Le gustaría transformar sus pensamientos en hechos, sus deseos en placer y sus pesadillas en dulces sueños.