jueves, 30 de enero de 2014

Contra la fotografía

Siete razones para no tomar fotos

A lo largo de la historia el número de fotógrafos ha sido muy escaso en relación con la población. La verdad es que los fotógrafos nacieron en 1839 con la invención de Daguerre y si se quiere podemos citar a media docena más o menos larga de inventores empezando por Niepce en 1826. Pero la fotografía a nivel popular no empieza hasta 1888 con la cámara Kodak. La difusión del paso universal a partir de la segunda guerra mundial fue también un paso importante. Pero la fotografía digital y el uso del teléfono móvil, la tableta y otros dispositivos como cámara ha transformado a más seres humanos de la cuenta en fotógrafos que no quieren saber nada de teoría e historia de la fotografía. Se obstinan en encuadrar a vuelapluma, apretar el botón y esgrimir un gesto de autosatisfacción.

Por eso me he preocupado de elaborar este texto para tratar de disminuir esa legión de fotografillos del tres al cuarto que infectan la red de imágenes bochornosas.

1.-No llevar cámara o teléfono móvil
Sin duda lo mejor es no acarrear nunca ni cámara, ni móvil, ni tableta. Eso si, no olvide su cuaderno de notas y dibuje y escriba sobre todo lo que vea o se le ocurre. Seguro que se sentirá más feliz y más artista que nunca.

2.- Cámara en mal estado: batería gastada, tarjeta de memoria llena o rota
Procure no reparar su cámara y no se preocupe por cargar las baterías o descargar las tarjetas de memoria. De esta forma en vez de hacer fotos podrá tomar un aperitivo o un café en la terraza que más le guste.

3.- Inclemencias climatológicas: Frío, calor, viento, lluvia...
Tenga cuidado con el mal tiempo. No se crea que con una cámara todo terreno lo tiene todo resuelto. Usted es el punto más frágil de la cadena de su vida. Salir indemne de una insolación o de un congelamiento es un milagro. El viento es muy traicionero. Las olas del mar son asesinos en potencia.

4.-Prisas y obligaciones: citas, trabajo, apetito, aseo, compras

Si no es fotógrafo profesional dedique más tiempo a su trabajo alimenticio, o si por desgracia le falta, a buscarlo. No sea tan estúpido de dejar de lado sus obligaciones familiares, a sus amistades o a sus aficiones. Dedique el tiempo necesario a las compras que necesite, y se puede se dé algún capricho. Cuide su imagen y no deje de asearse, afeitarse, depilarse y arreglarse para estar a gusto consigo mismo y con sus semejantes.

5.- Cansancio, sueño, fatiga, enfermedades varias

Los años no pasan en balde y no vale la pena malgastarlos por una foto que casi nadie le va a valorar. Por eso trate de dormir lo suficiente, descanse si lo necesita, dese buenos paseos y si puede apúntese a un gimnasio sin música estridente.

6.- Depresión, ansiedad y otros trastornos emocionales
No se le ocurra tomar fotos si sufre alguna enfermedad mental. Sus imágenes serán reflejo de su patología y acabarán en manos de algún psiquiatra que se hará famoso a su costa. No quiera ser el Vicent Van Gogh de la fotografía. Conserve su preciosa oreja y gástese el dinero en un buen psicoanalista.

7.- Tercera edad
Tal vez se sienta aburrido y descentrado. Pero no se le ocurra malgastar su tiempo con la fotografía. En los hogares de ancianos podrá matar su tiempo con interminables partidas de cartas, dominó, damas o ajedrez. Si le sobra tiempo puede pasear, ir al gimnasio, aprender idiomas o informática. Pero por favor, no toque ninguna cámara fotográfica.