lunes, 29 de diciembre de 2014

Fotografía comestible

Ciertos expertos aseguran que la próxima fase fotográfica será la de la fotografía comestible. Gracias a esta novedosa invención será mucho más sencillo y apetitoso el reciclaje del material fotográfico averiado y obsoleto. Se comenta que las cámaras reflex sabrán a carnes rojas, las puente a pollo o conejo y las compactas a sardinas a la plancha. Las nuevas tarjetas de memoria  tendrán mejor sabor que las patatas bravas. Los archivos digitales sabrán a pata de cangrejo y su calidad será proporcional a su valor documental, artístico o científico. Las selfies de los móviles sabrán inexorablemente a  la peor de las bazofias. Con las versiones obsoletas de los programas de tratamientos de imágenes se podrán hacer estupendas infusiones. El té de Photoshop será el más delicado y el más caro. Más asequible y peleón resultará un chai de Picassa.

Gracias  a la fotografía comestible se conseguirá saciar el hambre en el mundo. Pronto se  aplicará este avance al mundo del automóvil. Cuando podamos alimentarnos a base de coches desahuciados, motos desvencijadas y combustibles fósiles se abrirá un nueva nueva era. Esperemos que llegue pronto.