Señores fotógrafos hagan el favor de aprender del pequeño Nicolás. Él sabe sacar partido de las imágenes y no nosotros, teóricos, historiadores, críticos, aficionados o profesionales. El joven estudiante nos gana por goleada. Demuestra de forma fehaciente que es más importante saber estar en el momento preciso con la gente adecuada que disponer de un gran equipo o de una impecable técnica fotográfica.