Puede que demasiados fotógrafos sean
bastantes tontorrones. Sin embargo, la fotografía no es tonta.
Resulta más fácil engañar a la báscula que a la fotografía. Por
eso te pido, con muchísimo respeto y con un poco de por favor, que
intentes hacer una buena foto desde el principio, y que tras apretar
el obturador se produzca el milagro fotogénico. No esperes que los
afeites y la palabrería adecenten una foto flojilla o directamente
impresentable.