Fotografiando multitudes, multitudes que fotografían
Los primeros fotógrafos-retratistas
competían ferozmente con los pintores con el argumento de que “se cobra lo
mismo por una foto de grupo que por un retrato individual.” Sin embargo,
cuantas más personas salgan en la foto resulta más fácil que la imagen quede peor. Por
eso retratar una multitud es como pretender fotografiar el caos. Cuando las
multitudes fotografían es el mismo caos quien se transforma en fotógrafo e
intenta con las cámaras fotográficas destruir el universo.