Los días laborables los barceloneses y barcelonesas acostumbran a cruzar los semáforos en solitario. Y aunque atraviesen la calle varias personas casi todos van más solos que la una. Por desgracia las fotografías no pueden leer el pensamiento y no sabría decir que corre por la mente de estos ciudadanos cargados de bolsas, bolsos, macutos o con las manos vacías. La mayoría parecen serios y desconfiados. Como si una nueva subida de impuestos, bajada de sueldos o recortes sanitarios les amenazara. Pero también hay gestos despreocupados y hsta optimistas. Seguro que piensan que hay esperanza y que otro mundo es posible.
Los domingos y festivos la gente suele cruzar los semáforos en compañía. Sobretodo en plan sagrada familia, pareja ideal, amigos de toda la vida, amistades peligrosas y cosas por el estilo. Atravesar un semáforo es un acto de riesgo en algunas calles y avenidas. No tanto como en El Cairo o Teheran. Pero andamos sobrados de automovilistas, moteros y ciclistas con un cerebro de mosquito, exceso de alcohol y marihuana.una prisa patológica y una temeridad criminal. En el paseo de Fabra i Puig de donde proceden las cosas es una zona bastante segura. Pero los alrededores el Heron City es un punto de encuentro de conductores descerebrados que se pasan un semáforo e rojo y luego se disculpan si se cargan a alguien. Estas son algunas maneras de cruzar la calle.