Nunca sabremos que imágenes bidimensionales acogió en su seno en sus mejores momentos. Caído en desgracia y tirado al suelo este humilde marco capta imágenes en 3D llenas de luces y sombras. Sin duda la suya será una muerte gloriosa, al estilo del peón de ajedrez que se sacrifica para evitar una posición de jaque mate o de los trabajadores que se quedan sin trabajo para salvar a entidades bancarias. Por cierto me queda otra duda. No tengo claro si su anterior propietario habrá comprado otro marco y otra imagen para decorar alguna pared.