miércoles, 18 de abril de 2012
Supermaniquíes
Mi enfermedad es incurable, dolorosa, mortal y muy poco comercial. Tengo la imaginación un poco disparada y confundo los y las maniquies con seres humanos o al menos con seres vivos. De esta forma, nunca me fijo en la ropa que llevan o dejan de llevar en los escaparates. Fíjense, por ejemplo, en la mirada y la actitud pensativa de estas maniquíes. Parecen campeonas de ajedrez, investigadoras y biomédicas o catedráticas de Historia del pensamiento social. Por lo demás, van vestidas con elegancia y son particularmente atractivas. No les digan a nadie que rompí el aparador de una pedrada y me las llevé a casa. Desde entonces mantengo con ellas interesantes conversaciones sobre biología, medicina, historia, sociología y filosofía. También juego al ajedrez, a las damas y a otras cosas que me callo.