No soy creyente pero si
alimentásemos nuestras almas con fotografías de buena calidad seguramente seriamos mejores
personas y mejores fotógrafos. El problema radica en que nos vemos bombardeados por fotografías muy
chabacanas, aburridas, truculentas, manipuladas y manipuladoras. Por eso propongo a los
inquietos programadores culturales un cursillo que comente imágenes
fotográficas potentes.