El que esté libre de fotografías pecaminosas que tire la primera piedra
Ni siquiera los más descreídos estamos a
salvo del pecado. En general los fotógrafos pecamos más con el pensamiento que
con la cámara. Muchos venderíamos
nuestra alma al diablo por captar fotos pecaminosas particularmente
impactantes. La sociedad está salpicada de suciedad. Procura proteger a tu equipo fotográfico
y a ti mismo. No me des las gracias por
el consejo.