Me creía curado de espantos tras observar fenómenos como la
revolución iraní de Jomeini, la caída del muro de Berlin y el atentado a las
Torres Gemelas de Nueva York. Sin embargo me he sobresaltado al ver un folleto
de un curso de Selfie organizado por
el Institut d’Estudis fotogràfics de Catalunya. Me sorprende que uno de los
centros de enseñanza más prestigiosos de la vieja Europa programe tales
actividades. Un servidor hubiese programado un curso para deshabituarse de
estas prácticas que tienen que ver más con el cachondeo que con el arte
fotográfico.