La intranquilidad de dejarlo todo fotografiado
No se pueden atar todos los cabos. Dejarlo todo atado y bien atado y pretender llegar a nuestros últimos suspiros con todos los deberes aprobados, sin asignaturas pendientes y sin ilusiones perdidas. La intranquilidad de dejarlo todo fotografiado, sellado y resuelto es una quimera que tal vez alivie nuestros agónicos estertores. ¿Quién sabe?