En verdad
tengo muchos defectos. El principal es que me dejo dominar por el blog. Al
principio el sitio web era un espacio para colgar mis investigaciones sobre
historia de la fotografía, mis escritos más o menos literarios y mis
fotografías. Pero desde hace demasiado tiempo gran parte de mi producción está
pensada para ser colgada en internet. En la red prima demasiado la cantidad y
el ingenio. De esta forma un blog u otro espacio web con material de gran
calidad pero con poca actividad o suele tener transcendencia. Por otra parte no
tengo fuerzas para estar el Facebook y otras redes sociales. El blog me deja
agotado. El mundo informático está sobrado de
superficialidad, de inmediatez y de adicciones. Todavía disfruto leyendo
la prensa y los libros en papel. Me encuentro mucho mejor en viejas bibliotecas
que el archivo virtual. No suelo tener prisa por colgar mis fotos. Me gusta
dejarlas en cuarentena. Con razón me pueden llamar desfasado.