Los contenedores y los ojos son inocentes. No tienen ninguna culpa de que gente sobrada de violencia acabe con ellos. Ahora bien, un contenedor se puede reponer con cierta facilidad y perder un ojo es algo irreparable. Durante un tiempo he perdido la visión de mi ojo derecho y es una tragedia. Ahora que veo bastante bien me creo el rey del mambo. Un ojo vale millones de contenedores.