Por las calles es mucho más fácil encontrar panes que chorizos abandonados. Los chorizos suelen estar bien escondidos y sólo salen a la luz cuando no tienen más remedio. La imagen es bien real. Pero no demuestra nada. Andamos sobrados de chorizos que controlan Bankia y otros chiringuitos financieros. Y precisamos, como agua de mayo, esos miles de millones de euros que son el pan de cada día que necesitamos para que la sanidad, la educación, los servicios sociales y otros servicios básicos no se degraden todavía más.