“Que desgraciado soy. Con lo grande que es el mundo y nazco en España. La mierda de Europa.” Lo crean o no esta frase la soltó esta mañana un tipo más bien bajito, con media melena morena, barba de tres días y una pequeña mochila. Segundos antes había sido “víctima” de una sonora pitada por varios automovilistas al intentar cruzar en rojo el frecuentado semáforo de Fabra i Puig/Meridiana. Después marchó hacia la estación de tren de Sant Andreu Arenal. No voy a restar argumentos al filósofo suicida. Pero el mundo en general y España en particular funcionaría mejor con gente más cívica. Pero no hay remedio. Dos horas después observé como un individuo con aspecto de sonámbulo pasaba el mismo semáforo en rojo.