martes, 5 de agosto de 2014

Desconfianza fotográfica, espionaje industrial y otras cosas peores.

Los fotógrafos y la fotografía bajo sospecha

Hubo un tiempo en que se pensaba que el fotógrafo era una mezcla de artista, comerciante y buscavidas. Su vida profesional y personal no fue fácil. Pero existían estudios fotográficos, concursos y exposiciones con los que algunos se ganaban la vida y otros retroalimentaban su ego. 

Pero en nuestros días los fotógrafos están muriendo a manos de la movilmanía. Por otra parte los pocos que tratan de hacer dinero, documentación o arte deben afrontar se vistos como tipos sospechosos. Nuestros conciudadanos suelen pensar mal. A casi nadie se le ocurre que un fotógrafo prepara un exposición o trata de documentar un tema para una investigación o un medio de comuninación.  La gente es malvada y piensa lo peor de lo peor. Sin ir más lejos un vigilante de seguridad afirmó que un servidor practicaba el espionaje industrial por fotografiar un escaparate de una tienda de ropa.