martes, 26 de agosto de 2014

¿Qué hace un fotógrafo como tú en un sitio como éste?

En ocasiones los fotógrafos se meten, nos metemos, en jardines y guerras ajenas. Sin comerlo ni beberlo llueven insultos, afloran denuncias, arrecían los golpes, asfixian los gases lacrimógenos o te silban las balas... Salir bien parado es cuestión de suerte. 

Es evidente que sobran conflictos y falta sentido común y justicia. Ser testigo con nuestra cámara de sucesos oscuros  y/o sangrientos nos puede costar muy caro.