Con un mucho de trabajo, un buen plan y un poco de suerte se puede volver a las andadas y tratar de revivir aquellos momentos en los que tu mirada podía seducir a una mujer, tu cámara se dejaba seducir por una imagen y tu cerebro pregreñaba historias románticas, exposiciones, investigaciones y disertaciones.
Toma fuerzas, respira, inspira y trabaja con tesón. No hay nada mejor que una buena foto, un buen libro y un buen polvo.