jueves, 14 de agosto de 2014

Sonrisas y lágrimas fotográficas

Bueno en realidad el film se titulaba en versión original The Sound of Music. Así pues también podríamos hablar del sonido de la fotografía. Las modernas cámaras digitales suelen ser bastantes silenciosas y el ruidito del obturador suele ser simulado en muchos casos. Provistos de aparatos discretos y potentes nuestra labor fotográfica debería depararnos más sonrisas que lágrimas y más glorias que penas. Pero la tecnología no lo es todo. Debemos competir con los millones de usuarios de los teléfonos móviles que se creen primos hermanos de Robert Capa, Richard Avedon o Sebastiao Salgado. Pasado este filtro quedan, si cabe, más duras competencias de aficionados avanzados y fotógrafos profesionales. Y ahí es cuando empezamos a llorar. Afortunadamente nuestras fotos no son perseguidas por malignos nazis. Pero suelen topar con infranqueables  muros de silencio.