Cansado de tanta crisis, corrupción y desencanto opté por emigrar al país de los fotógrafos. Resulta casi imposible ubicarlo en el espacio y en el tiempo. Allí pueden verse más procesos fotográficos que los descritos en la Encyclopedia of Printing, Photographic and Photomechanical Processes del canadiense Luis Nadeau. Existen fotógrafos que utilizan la daguerrotipia, el colodión, el calotipo, la platinotipia, todo tipo de emulsiones nobles, y por su puesto el gelatino-bromuro. He visto trabajar con Minox, Leica, Rolleiflex, Kodak Retina, Ermanox, Exakta, y Voitgländer. En fin, una pasada. Resulta fácil trabajar en estudios iluminados con luz natural o con las más moderna iluminación eléctrica. Desde luego están presentes todas las novedades digitales. Inclusive es posible ver artilugios que no existían cuando emigré y que supongo que los japoneses inventarán tarde o temprano. Resulta imposible cuantificar las salas de Exposiciones. Para que se hagan una idea es como mil veces más grande que las exposiciones veraniegas que montan en Arles, y todo gratis. Incluidas las "soirées" con cena fría, champagne y mucho más. Las bibliotecas tienen todos los libros y revistas de fotografía conocidos. La sección de fotografía de la Biblioteca Nacional de Madrid o el Departament de Fotogràfia del MNAC quedan como renacuajos en comparación con los millones de millones de fotografías que pueden verse con facilidad. Miles de bibliotecarios y archiveros se turnan para enseñarnos las mejores fotos de la historia de la fotografía y las que se nos ocurra. Conseguir modelos resulta un poco más complicado. Pero si te pones en lista de espera puedes fotografiar a las y los mejores modelos, y actores que te puedas imaginar. En unos días y por lo que cuesta un menú del día en un restaurante medio tienes a los rostros más fotogénicos, los cuerpos más estilizados y a los mejores interpretes. También andan sobrados de todo tipo de paisajes de playa, montaña, valle, desierto, selva y sabana. La caza fotográfica está mejor servida que en el parque Kruger. Andan sobrados de plantas. Hasta disponen del monstruo de la "Tienda de los horrores". Por supuesto puedes revelar o mandar revelar tus fotos de muchas maneras. A tu disposición tienes laboratorios digitales con todo tipo de programas de retoque. Si necesitas aprender alguna cosa dispones de los mejores catedrático, fotógrafos creativos y planes de estudio de academias privadas. Pero si quieres aprender de verdad tienes la oportunidad de pedir un programa personalizado y en vez de machacarte con rollos teóricos te ofrecen una enseñanza realmente instructiva. No te preocupes por los ladrones de lo ajeno, los inspectores de hacienda, los políticos corruptos, los venenos fotográficos, los bichos peligrosos, o los daños colaterales. Te sentirás como en una especie de Brigadoon. Sólo que en vez bailar podrás fotografiar y disfrutar de la fotografía todo lo que quieras. Por cierto, allí no encontrarás teóricos, críticos, ni tipos pesados como yo. Es todo un alivio.
Bueno, parece que he vuelto a soñar despierto. Disculpen las molestias.