Café + cruasan
Prefiero desayunar en casa. Suelo tener experiencias agridulces cuando, por capricho o necesidad, mojo una pasta o unas tostadas con el café con leche en alguna cafetería. Desde la ley antitabaco los no fumadores experimentamos un placer tan enorme al entrar en un bar como, supongo, la frustración que arrastran los fumadores. Sin embargo, nada es perfecto y me incomodo fácilmente por la televisión, la música o los griteríos de algunos locales. Tal vez por eso prefiero tomar un té o un refresco en mi domicilio.