El perro-reptil
Mitad perro, mitad reptil este monstruo de las paredes es un sujeto insinsero, tramposo y taciturno. En sus fauces se manifiesta la agresividad de un pero rabioso, la punta de su cola acaba en un aguijón venenoso, con sus dos únicas patas es capaz de dar patadas tan poderosas como las de una mula o un canguro o demoledores puñetazos de un boxeador del peso pesado. No se le conocen otros enemigos que una buena capa de pintura o la excesiva dejadez que acabe decapando la pared.