Con o sin campaña no se me ocurrirá comprar zapatos chinos. Seguramente los compraré de origen valenciano o si voy sobrado de pasta franceses , ingleses o italianos. Con o sin campaña no conseguirán convencerme que el té chino no es de una calidad extraordinaria. Aunque en la India, Ceilán o Kenia también cultivan té muy buenos. Con o sin campaña no podré evitar que la mayor parte de chismes electrónicos sean made in china o de los alrededores. Con o sin campaña denunciar que la autarquía y el chauvinismo son una fantasmada y que la globalización exacerbada es una salvajada. Encontremos el punto medio.