Este sobre de Cofidis no llevaba dinero. Pero seguro que lo ofrecía en préstamo a buenísimas condiciones para los prestamistas. Parece que la oferta no interesó a su destinatario. El viento juega con él. Se divierte de forma infantil y al mismo tiempo un poco sádica. Pone al descubierto unas heridas y miserias que no tienen remedio.