Bien está lo que bien acaba. D'Artagnan y las tres mosqueteras degustaron los calçots y la parrillada de carnes, trataron de no hablar demasiado de la crisis y disfrutaron de una sobremesa inolvidable. De vez en cuando está bien cometer excesos. Pensar que un día es un día, y degustar con ternura y compañerismo las amistades añejas.
Entre mayo y junio celebraremos, si Rajoy, Mas y la puñetera crisis lo permiten, una nueva cena en La Ginesta. Se aceptan propuestas.