Tal como están las cosas no quiero pensar como estaremos en diciembre de 2012. Las previsiones de seis millones de parados, recesión y déficit me ponen los pelos de punta. Tal vez este conductor pretendía planificar las fiestas y regalos de las próximas navidades. A lo mejor pensaba que con adelantar unas hojas del calendario pasaba lo peor de la crisis. Pero no. Nada de eso. No tenemos futuro.
