Hay palabras rebosantes de ternura, sabiduría, bondad, pasión, amistad, solidaridad, afecto o experiencia. Pero habitualmente nuestros oídos son castigados por expresiones sobrecargadas de estupidez, ignorancia, odio, fanatismo, envidia o ansiedad. Por eso un diez a esta floristería de la plaza Garrigó de Barcelona que ponen unas gotas de filosofía en su aparador y mucho colorido en sus flores.
