domingo, 11 de marzo de 2012

Una lata es una lata

De momento  la hierba fresca no puebla las papeleras barcelonesas. Sin embargo en las zonas verdes florecen todo tipo de objetos. No me sienta demasiado bien la comida enlatada, mi estómago es demasiado finolis. Pero me enerva hasta el infinito que ciertos descerebrados tiren en el césped los restos de su festín.