Cada día soy menos carnívoro. Dónde esté un el arroz, lo macarrones, la sopa, el cocido, la crema de puerros, el cous-cous, las empanadillas de pimiento y tomate, la crema de calabacín, la ensalada con frutos secos, las espinacas y hasta las patatas bravas que se quiten la mayoría de las ofertas cárnicas. Entre lo que hay me quedo con el pollo. ¿Pero quien le hace ascos a un buen jamón de Teruel.