lunes, 17 de febrero de 2014

Viejos amores


Los viejos amores nunca mueren. Si acaso se metamorfosean en agridulces recuerdos, en idílicas evocaciones, en pasiones desatadas, o en perfomances insuperables. Los mejores recuerdos ivernan en discos duros mal fragmentados y en memorias oxidadas que idealizan el pasado, afrontan el presente con inquietud y observan el futuro con pánico.