De niño me fascinaban los aviones de papel y las
fotografías de papel. De mayor me fui
desilusionando de los aviones de verdad por las incomodidades devenidas por las
medidas de seguridad y por las miserias y triquiñuelas de las compañías aéreas
por atracarte por una cosa o por otra. Las modernidades fotográfico-digitales
son una especie de fast food que consumo con moderación. Me embriaga la
nostalgia por la fotografía en papel tradicional y disfruto como un enano
contemplando viejos álbumes y buenas ampliaciones .