Hay lo que hay, pero nos emperramos en evocar otros tiempos, en idealizar un
pasado que tenía sus zonas oscuras, húmedas y frías. La fotografía realmente
existente es mucho más popular y menos elitista. Es al mismo tiempo compleja
como el enigmático Photoshop, limpia
como una tarjeta de memoria y sencilla como un pixel. Por otra parte es
popular como el teléfono móvil, pesada como una mosca cojonera y hortera como
ciertas personas con ciertos atavíos.
Pero todos los procesos fotografías han tenido sus limitaciones y sus
controversias. En cualquier caso siempre estás a tiempo de volver a practicar
la fotografía al bromuro o técnicas más antiguas.