Nunca se puede estar seguro del todo. Pero gracias a la fotografía se puede ganar en seguridad. Por ejemplo puedes hacer un inventario fotógrafico de tus bienes más valiosos para que en caso de pérdida, robo o deterioro el seguro te ayude a recponerlo o te abone algún dinero. En el caso de bienes culturales los especialistas pueden a através de una fotografía o de un vídeo realizar una réplica o una copia a escala de obras de arte o edificios destruidos por causas naturales, negligencia, o actos violentos.
Otro aspecto es la elevación de la autoestima por la sensación de estar haciendo algo positivo. Gracias a la fotografía podemos tener la impresión de sentirnos útiles y apagar las hogueras de la tristeza.
Por otra parte practicar la fotografía te permite aislarte de una realidad más o menos ingrata y agobiante. De esta forma el cortafuegos fotográfico impide que te quemen los incendios sociales, laborales y personales.