Existen casi tantos tipos de normalidades como de fotógrafos. Pero escarbando encontramos ciertas características más o menos comunes.
1.-En la antigüedad clásica todos los caminos llevaban a Roma. En nuestros tiempos son muy diversas las formas de llegar a la fotografía: Desde estudios de más de tres años en centros de formación profesional y/o universitarios hasta tomar fotos con una cámara o un teléfono móvil sin haber leído las instrucciones, ni visitado nunca ninguna exposición fotográfica.
2.- No está claro el numero de fotos que se deben tomar a la semana, al mes o al año para ser considerado fotógrafo. Tampoco hay nada escrito sobre las cámaras y accesorios que deben disponerse.
3.-Es posible ser un fotógrafo reputado sin haber positivado en blanco y negro ni tener idea de Photoshop.
4.-Ciertos fotógrafos reconocidos se autodenominan artistas, técnicos multimedia, expertos en audiovisuales, creadores de imágenes, sabios posmodernos y un largo etcétera de vaguedades. Todo antes que reconocer su actividad fotográfica.
5.- Puedes ser considerado un fotógrafo normal tanto si eres un exitoso fotógrafo profesional, un triunfador en los concursos de aficionado, un profesor de fotografía, un experto en técnicas digitales, un investigador de las técnicas antiguas o un usuario alocado de los teléfonos móviles o las tabletas digitales.
No te importe pues el que dirán. Ves a tu rollo. Toma las fotos que te interesen. Disfruta de la fotografía, y si puedes gánate la vida con ella.