Dícese de cierta fotoenfermedad por la que tomar fotografías
se vuelve una labor lenta, torpe y dolorosa. Su pronóstico es lave salvo
complicaciones. Mejora con buenos paseos fotográficos, comidas ligeras, abundante
hidratación, visitas a exposiciones, lectura de libros, revistas y webs
relacionadas con la fotografía, tertulias fotográficas y cosas por el estilo.