jueves, 6 de agosto de 2015
Fotografías refrescantes
Si tomamos fotografías refrescantes podemos sobrellevar mucho mejor veranos implacables como el que estamos soportando. Una manera un tanto radical es tomar fotografías que hielen la sangre, al estilo de los crímenes que fotografíaba Weegee en la ciudad de Nueva York a mediados del siglo XIX. Otra forma es utilizar la platinotipia como hacia el londinense Frederick H. Evans a finales del XIX y principios del siglo XX. Si tomamos fotografía de arquitectura al estilo que consumen los arquitectos lograremos refrescarnos un poquito y de paso hacer unos dinerillos. En general las fotografías en blanco y negro suelen ser más gélidas que las de color. Los tonos azulados, verdosos y violetas se consideran los más fríos. Por otra parte fotografiar temas marinos y con abundante agua fresquita en general nos deparará imágenes bastante frescas.