Convivir con el miedo, fotografiar con miedo
Vivimos un mes de agosto ensangrentado por la violencia de género. El suplicio de estas víctimas suele ser prologado por el miedo y el terror que los maltratadores les han inflingido durante, en ocasiones, varios años. Por otra parte malvivimos ahogados en miedos diversos por el trabajo, la economía, la salud...Por eso es mejor no fotografiar con miedo salvo que sea estrictamente necesario. La prudencia, el sentido común y el miedo sirven para salvaguardar la integridad física de algunos fotógrafos que se lesionan o perecen por captar escenas peligrosas.