miércoles, 26 de agosto de 2015

La ciudad de las fotografías perdidas

Harto de vacaciones previsibles  desembarqué en la ciudad de las fotografías perdidas. No es un lugar especialmente turístico, pero allí podrán disfrutar de lo lindo los especialistas en la teoría y la historia de la fotografía. Un inmenso edificio de forma rectangular es la única construcción. La nave posee 30 plantas de altura y un número indeterminado de sótanos. En la entrada  encontramos una larguísima mesa con conexiones eléctricas y de internet. Un potente ordenador negro nos permite acceder a las copias fotográficas en papel y otros soportes y a los procesos fotográficos fotoquímicos más variados que por una razón u otra han sido abandonados o han acabado destruidos. Una gran computadora blanca contiene todas las imágenes digitales asesinadas en las papeleras de reciclaje de los ordenadores, cámaras fotográficas y otros dispositivos móviles o fallecidas por muerte súbita en discos duros, tarjetas de memoria, pen-drives, Cds y otros soportes. En este lugar no hay avenidas, plazas, hoteles, ni restaurantes, ni cuartos de baño. Pero los visitantes interesados por la fotografía no los echamos en falta.  He pasado horas maravillosas recuperando cientos de imágenes que había extraviado por una cosa o por otra. También tuve la oportunidad de redescubrir los álbumes perdidos de Adolf Hitler, las fotografías rotas, cortadas o quemadas de las parejas que se separan, las imágenes menos favorecidas de las modelos, las fotografías extraviadas en correos, las fotos que se rompen, tiran o queman cada vez que se muere alguien, los negativos destruidos por los “artistas fotógrafos” para revalorizar sus copias únicas o limitadas, las fotos más o menos atrevidas destruidas por censores, las fotografías que llevaban los prisioneros en los campos de concentración nazi, las fotografías que destruyeron los fotógrafos republicanos españoles, los “contrarrevolucionarios” soviéticos desaparecidos en las fotografías y normalmente en la vida real y un casi infinito número de imágenes que creía extraviada para siempre.  Con todo este material voy a preparar un novedoso estudio sobre la historia de la fotografía. Busco un editor valiente que se atreva a publicarlo.