¿Cómo funciona la mente de un fotógrafo?
Supongo que deben existir tantas mentes fotográficas como fotógrafos. Ante la imposibilidad de describirlas todas les voy hablar un poco de la mía.
Mi cabeza funciona mucho mejor tras un buen descanso y una comida ligera. Con una buena galipandia u otros dolores se desvanecen mis ganas de fotografiar o de pensar en la fotografia. El mal tiempo o el exceso de equipaje también me desptrempa bastante. Me inspira ver exposiciones, leer libros fotográficos, leer la prensa, ver la televisión, ir al cine consultar la red, relacionarme con amigos y conocidos. Pero sobre todo mi cacumen se dispara paseando, viajando y participando en actos sociales y actividades diversas. Desde hace algún tiempo creo que tomo más notas que fotografías. Las apunto en pequeñas libretas y trato de transformarlas en un texto atrayente, instructivo y divertido.