Si se tienen medios, vale la pena viajar,
cambiar de aires, estirar las piernas y sacar la cámara a pasear. Pero no hace
falta irse muy lejos para captar imágenes de gran valor artístico o documental.
Sacar partido fotográfico a la realidad que te envuelve demuestra que no eres mal
fotógrafo y que con mucho esfuerzo y mucha suerte afrontaras con éxito
importantes proyectos fotográficos que tal vez estén en las antípodas o a la
vuelta de la esquina.