Pasa el tiempo y los antiguos compañeros de colegio o de trabajo, los viejos amigos o las lejanas novias se transforman en un desdibujado recuerdo. De vez en cuando la casualidad o la magia de la red hace que te tropicies con alguno de ellos o de ellas. Solemos decir por decoro frases echas como "Me alegro mucho de verte o de reencontrate." Pero en realidad lo que realmente nos motiva es su evocación, la sensación de estar reviviendo aquellos momentos de camaradería, compañerismo, amistad o pasión amorosa que nuestra memoria retiene con mayor o menor fortuna y la presencia de un ser querido reaviva.