La fotografía como un supermercado
Los fotógrafos buscamos y encontramos en la fotografía lo que el común de los mortales nos agenciamos en los supermercados. La fotografía alimenta nuestro ego como los mejores manjares, refresca nuestro espíritu como la mejor cerveza, revitaliza nuestro organismo como el té más esquisito o el café más sofisticado, nos límpia el alma mejor que Don Limpio, perfuma nuestra sabiduría como una colonia sutil , y aplaca la ansiedad mejor que el chocolate con clavo y canela.