"En el momento en que nos detenemos, comienza la decadencia". Erich Fromm, La Revolución de la Esperanza.
Sin darte cuenta dejas de frecuentar el gimnasio, tus paseos son más cortos y menos intensos, alternas menos con amigos y conocidos, te cansa leer, casi no visitas exposiciones, olvidas lo que es una sala de cine y apenas haces fotos.
No esperes sacar nada bueno de esta pereza. Sencillamente estás acabado.