sábado, 24 de noviembre de 2012

Club de alterne

No siempre es posible mantener relaciones sexuales por amor, amistad o matrimonio. Muchos hombres desparejados confiesan sentirse muy bien. Y al mismo tiempo frecuentan el sexo de pago. Bastantes infelices matrimoniados tratan de romper la rutina y el hastío de la misma forma.

Es difícil saber hasta que punto una persona se puede sentir a gusto comprando servicios sexuales. Pero la soledad, el desamor y ciertos deseos son oscuros y sucios nos trastornan la razón. Supongo que buscan un placer parecido al de un cazador abatiendo un mamífero con un rifle de precisión. O al que se logra con  excesos con la comida, el alcohol, el tabaco y otras drogas ilegales. Como en la prostitución los varones suelen ser los protagonistas de estos actos de poder, humillación y autodestrucción que degradan la condición humana a la de sádico depredador.

Por otra parte las ofertas son variadas y constantes; desde los anuncios por palabras de la la prensa a las páginas de adultos de internet, de las carreteras secundarias, a las calles de mala fama, del teléfono erótico al club de alterne.