Duda, preocupación, tristeza, angustia... La existencia de las maniquies es más difícil de lo que parece. Es cierto que suelen ir vestidas a la última moda y que son admiradas y envidiadas por mucho gente. Pero pasarse la vida en un escaparate no tiene sentido. Sin embargo, mucho peor es acabar en algún oscuro almacén o en un desguace.