En estos tiempos en que resulta tan difícil encontrar o mantener un trabajo, los problemas de pareja de "La bella y la bestia" parecen una nimiedad. Más que amores imposibles, afrontamos situaciones sociales explosivas que suelen dejar impávidos a demasiados políticos y financieros. Ahora muchos de nosotros nos vemos como una bestia enamorada de un puesto de trabajo que no se deja querer, o de un piso que están a punto de embargarnos.