Estas jovencitas parecen disfrutar de una elegante biblioteca. Sin embargo, las apariencias engañan. Las maniquies carecen de hábitos de lectura, de alma, de corazón y de ojos. Lo suyo es que las pogan guapetonas y a la última moda. Lucir palmito es mucho más importante que perder el tiempo con libros inútiles e inexistentes.